lunes, 14 de julio de 2008
FRAGMENTOS
CÁNTICO ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste habiéndome herido; salí tras ti clamando y eras ido. Pastores, los que fueres allá por las majadas al otero, si por ventura vieres aquel que yo más quiero, decidle que adolezco, peno y muero. Buscando mis amores iré por esos montes y riberas; no cogeré las flores, ni temeré a las fieras, y pasaré los fuertes y fronteras. ¡Oh bosques y espesuras plantadas por la mano del Amado!, ¡oh prado de verduras de flores esmaltado!, decid si por vosotros ha pasado. Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura; y, yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura. ¡Ay!, ¿quién podrá sanarme? Acaba de entregarte ya de veras; no quieras enviarmede hoy más mensajero que no saben decirme lo que quiero.Y todos cuantos vagan de ti me van mil gracias refiriendo, y todos más me llagan, y déjanme muriendo un no sé qué que quedan balbuciendo. Mas, ¿cómo perseveras, ¡oh vida!, no viendo donde vives, y haciendo por que mueras las flechas que recibes de lo que del Amado en ti concibes? ¿Por qué, pues has llagado a queste corazón, no le sanaste? Y, pues me le has robado, ¿por qué así le dejaste, y no tomas el robo que robaste?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario