Buenas noches.
Una vez más estamos festejando el inicio de una nueva etapa, y sin embargo cada vez es la primera.
Y es así porque estos niños, que ya están dejando de serlo, son mucho más que una promesa, inmensamente más…
Es así porque hemos puesto esfuerzo, amor, dedicación, para que este momento los encuentre formados, sapientes, preparados para el camino que hoy comienza.
Y cuando digo “hemos” me refiero a que este proyecto educativo solamente es posible cuando todos los actores participan, en especial los estudiantes. Son ustedes chicos, los protagonístas de esta historia ya escrita del recorrido escolar, son ustedes los que han puesto vida a las frías instalaciones materiales.
Seguramente muchas cosas podrían haber sido mejores, todo es perfectible, pero aún de los errores y las fallas se puede aprender. El pasado solo nos sirve cuando nos permite crecer, obtener experiencias, sabiduría para no repetir lo equivocado y reforzar lo bueno, lo noble, lo mejor.
Cada vez que me toca hablar en ocasiones como esta, me gusta mucho rescatar el aporte de todos los docentes que compartieron parte de vuestras vidas con ustedes, y las autoridades, preceptores, ordenanzas… todos desde sus particularidades, desde sus virtudes y defectos, desde su propia perspectiva del mundo y de la vida han modelado el proceso de enseñar del cual, ustedes pichoncitos, han bebido y se han alimentado. La riqueza no es aquella que parte solamente de la afinidad y la “buena onda”, sino la que se construye también en el disenso, la diversidad, el desencuentro.
Sepan ustedes, queridos alumnos y alumnas de la escuela secundaria soldado carlos mosto, que todos los que integramos la institución, con nuestro más y nuestros menos, hemos puesto nuestro mayor empeño para lograr alcanzar los objetivos propuestos, y permitirles entonces poder insertarse en el mundo en igualdad de condiciones, pero la verdad al final, es que son ustedes los que deben tomar vuestro destino y decidir qué hacer con él.
Chicos, la queja por lo que pudo ser y no fue, el escudarse detrás de determinadas situaciones para no pelear por lo que uno verdaderamente quiere, sueña, cree, es exclusiva responsabilidad personal. Tienen las herramientas, comienza el tiempo de ponerlas a trabajar.
Por último, queremos agradecerles por ser tan lindos, tan humanos, tan nuestros… verdaderamente la escuela tendrá otros alumnos/as, pero todos, cada uno de ustedes han sido y siempre serán únicos. Las puertas de la escuela, pero también la de nuestros corazones permanecerán siempre abiertas, y quien dice, por ahí alguno de ustedes vuelva pero para ocupar un lugar desde el otro lugar. Gracias por la alegría, por la apertura, gracias por ser como son, y especialmente gracias porque sin ustedes la fiesta no estaría completa.
Promoción 2010 que sean felices. Un fuerte aplauso para ellos que lo lograron. Felicidades egresados 2010¡
sábado, 8 de enero de 2011
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