Mucho ruido, demasiadas interferencias. El silencio a gritos reclama su lugar en mi mente.
En este tiempo prefiero callar, aunque circunstancialmente proponga datos sobre temas de actualidad.
No están dadas las condiciones para el diálogo... demasiada pasión, muchos intereses, un conjunto innumrable de prejuicios y preconceptos, un clima de intolerancia y agresión, el resurgimiento de la irracionalidad del más fuerte o de quién intenta serlo.
Demasiados olvidos históricos, muy poco de paz.
Mientras las carpas "subvencionadas" se levantan en una fantástica parodia de estupidez, algunos observan azorados con las panzas vacías la pelea por ... ¿Alguién lo sabe hoy por qué es la pelea?
Y lo peor, la vacuidad de contenidos y humanidad. En una lucha donde todo vale, nada tiene valor.
¡Trágico por donde se lo mire! Nada bueno puede surgir del rencor. Por ello ... ¡Basta!
Mejor callar... y rezar.
miércoles, 25 de junio de 2008
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1 comentario:
Sí, Sergio, mejor elevar una oración silenciosa. Besos.
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